La ubicación de Sant Jordi es uno de los privilegios que hacen de este lugar un excelente enclave tanto para residir durante todo el año como para establecerse como nuestro destino de vacaciones favorito. Y es que Sant Jordi combina la proximidad al mar y a la montaña como ningún otro municipio de la zona.
Esta combinación permite que, por ejemplo, sea compatible una excursión de montaña o jugar al golf por la mañana y relajarse en la playa por la tarde, algo que está al alcance de muy pocos lugares. La ubicación del pueblo ofrece vistas espectaculares hasta el Delta del Ebro y las Islas Columbretes y se puede llegar en muy poco tiempo a núcleos turísticos tan notorios, tanto en mar como en montaña como son Peñíscola o Morella, ambos pertenecientes al selecto grupo de los pueblos más bonitos de España.