Una zona de descanso rodeada de naturaleza y tranquilidad: construcción del siglo XVIII donde podemos contemplar bajo sus arcos unos antiguos lavaderos de piedra.
Se trata de una edificación con cuatro arcos y un pozo en la esquina. Los lavaderos están formados por seis pilas de piedra. Estas se unen por una canaleta superior que distribuía el agua que se sacaba del pozo.
A pocos metros se encuentra la señalización de la homónima zona de los olivos milenarios que merecen una visita.