Los trabajos de construcción y varias remodelaciones del Calvario se han ido realizando poco a poco desde su construcción en el año 1642 – cuando el pueblo todavía era el «Mas dels Estellers» y dependía de Traiguera – hasta nuestros días.
Las manifestaciones religiosas que tienen lugar en la Semana Santa (las procesiones del «Vía Crucis» y «El Santo Entierro») suelen tener siempre tres escenarios importantes: el Templo Parroquial, las calles del casco urbano y el Calvario, que sirve como espacio arquitectónico para la recreación de la Pasión, Muerte y Resurrección de Cristo.
Además, el calvario acoge un pequeño jardín botánico con algunas plantas típicas de la zona del Mediterráneo.